sábado, 8 de abril de 2017





GETSEMANÍ 2008
 
Delante del Monumento
estoy llorando Señor,
llorando con gran dolor,
llorando por tu tormento.

En aquella Noche Santa
donde tal milagro hiciste,
donde tu cuerpo nos diste
para alimento del alma.

Los que contigo cenaban
no supieron comprender
tu tremendo padecer
ni por lo que te entregabas.

Aquella Sangre preciosa,
aquel Cuerpo ensangrentado
quedó por siempre sagrado
en la Comunión grandiosa.

Después, te marchaste a orar
al Huerto de los Olivos
y los que fueron contigo
no te supieron calmar.

Era tu angustia tan fuerte
y tu pesar tan profundo,
que jamás habrá en el mundo
más dolor ante la muerte.

Mientras todos se dormían
Tú pedías al Padre Eterno
que librara del averno
a los que tanto querías.

Y pedías con amargura
que ese cáliz se alejara
y que por fin te librara
de aquella muerte tan dura.

 Hágase tu voluntad
    al mismo tiempo pedías,
cuando por mí padecías
aquella brutalidad.

Y en la oscura madrugada
llegaba a Getsemaní
una tropelía sin fin
de gente desatinada.

Con un beso te entregó
aquel Judas traicionero,
cuando falso y embustero
por dinero te vendió.

Y el que quiso defenderte
desenvainando la espada,
dejó una oreja cortada,
luego, negó conocerte.

Todos atemorizados
de allí salieron huyendo,
todos se fueron corriendo
dejándote entre soldados.

Hoy seguimos siendo igual
de cobardes y mezquinos,
seguimos siendo asesinos,
seguimos haciendo el mal.

Con los niños inocentes,
con los pobres y emigrantes,
nos portamos como antes
¿es somos malas gentes?

Por eso quiero Señor
la noche de Jueves Santo,
acompañar con mi llanto
tu tristeza y tu dolor.

"La Poeta de la Esperanza"





  


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